Por lo que toca a la flora, los amates, manglares y palmares pueden observarse a lo largo del litoral, sobre todo en las regiones de Acapulco y de la Costa Grande. En las estribaciones sobresalen: chijol, huanacastle, parota, primavera, ramón, caoba y cedro rojo. Los encinos y ocotes aparecen desde los 500 metros de altitud y surgen en la sierra, con palo blanco, madrono, linalóe, aile, pino, piñón y coníferas. En las áreas semidesérticas existen regularmente huizache, mezquite y gran variedad de cactáceos y agaves. |
Para la ebanistería cuenta con maderas de amate, caoba, ébano, encino, fresno, nogal, pino, palo María, parota, roble, tepeguaje y quiebracha. Como plantas curtientes se cuentan al mangle, nanche, bejuco amarillo, madrollo, colorado, cascalote, cueramo, copalchi y timbre y para producir tintes se utilizan el achiote, huizache, mahuitle, palo de Brasil, palo de Campeche, sangre de drago, tampinceran y sáuz.
De otras plantas se utilizan materias primas como el pochote y la ceiba, abundante en la costa del estado, que proporciona fibra empleada en la elaboración de almohadas y cojines.
En los cultivos de oleaginosas, tenemos el coyol coquillo (o coquito de aceite), higuerilla, ocra, cacahuate y ajonjolí. También se puede obtener goma de copal, huamúchil, mezquite, guacebo y existen otras especies que proporcionan materias primas para artesanías, como el carrizo, cirián, cuauxtle, palo mulato, íxtle o zayote, otate y naranja.
Los frutales como el limón, capulín, bonote, caimito, huamúchil, nanche, mango, tamarindo, ilama, almendro, árbol del pan, marañona, guanábana, guayabo y melón, son comunes en Guerrero.
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